Pensamiento Xi Jinping - Algunas observaciones

Recientemente se ha hecho mucho ruido sobre los cambios constitucionales en China que han permitido a Xi Jinping extender su control del poder más allá de 2022, así como sobre el nuevo énfasis en el Pensamiento Xi Jinping, que para muchos suena como un inquietante eco del Pequeño Libro Rojo de Mao. Muchos comentaristas están preocupados por lo que consideran la doble amenaza de un inminente nuevo orden represivo dentro de China junto con políticas expansionistas agresivas a nivel internacional (tanto económicas como militares).

Lo que rara vez se discute en los medios de comunicación es lo que se esconde detrás de la simple frase "Pensamiento Xi Jinping" y si esto podría ser una fuerza para bien o para mal. Supongo que la historia juzgará, pero merece la pena detenerse un momento en algunos de los principios clave de este enfoque:

1. Orientación al pueblo: El énfasis clave del pensamiento de Xi Jinping es que las políticas económicas aplicadas por el Estado deben diseñarse para satisfacer las necesidades de toda la población china y su aspiración a una vida mejor. Estas políticas deben centrarse en todo el ciclo vital de un ciudadano, desde la cuna hasta la tumba. Sólo deben emprenderse políticas que fomenten el progreso de la mayoría.
2. Cambios cualitativos: El país debe centrarse en el desarrollo de bienes y servicios de calidad y no de cantidad, como ocurría en los ciclos anteriores del desarrollo económico chino. Para ello, el Estado fomentará activamente la inversión en sectores de alto crecimiento y alta calidad, en detrimento de las antiguas áreas de producción orientadas a la cantidad. Se reconoce que este planteamiento dará lugar a tasas de crecimiento del PIB potencialmente más bajas que las registradas en el pasado y que puede haber algunas dislocaciones importantes en el mercado laboral, pero se considera que a largo plazo merece la pena pagar estos precios.
3. La nueva revolución industrial: China, en general, se perdió las dos primeras revoluciones industriales (vapor y electricidad), pero no tiene intención de perderse la tercera revolución industrial centrada en los macrodatos, la inteligencia artificial y las energías renovables. De hecho, China está a la cabeza en muchos de estos ámbitos, sobre todo en el desarrollo de las energías renovables. El Estado está orquestando muy activamente desarrollos masivos en múltiples fuentes de energía renovable que sirven al doble propósito de reducir la dependencia de los combustibles importados basados en el carbono y abordar los agobiantes niveles de contaminación atmosférica de China.

La política de Xi Jinping es descaradamente intervencionista. El Partido Comunista considera que su papel es moldear el futuro y controlar el impacto de las fuerzas del mercado. Esto contrasta notablemente con el enfoque de la actual Casa Blanca en Estados Unidos, que se alinea con un enfoque de mercado mucho más libre en el que la influencia del Estado se está reduciendo cada vez más.

Se está librando una nueva batalla cultural mundial en la que el individualismo igualitario de Occidente genera una lealtad ideológica al libre mercado y la naturaleza jerárquica y orientada al grupo del Oriente confuciano empuja las políticas hacia un futuro centrista y orientado a las personas.

Vivimos tiempos interesantes.