Introducir una nueva dirección estratégica en la empresa para garantizar que
la cultura de la empresa esté alineada con la dirección estratégica.
Cualquier equipo directivo que planee llevar a cabo su estrategia actual o introducir una nueva dirección estratégica en la empresa debe asegurarse de que la cultura de la empresa está en consonancia con la dirección estratégica. Esta cultura debe medirse, analizarse y, si es necesario, cambiarse para apoyar la visión y los planes de la dirección.
Cambiar la cultura puede parecer fácil, pero requiere una evaluación, planificación y ejecución muy cuidadosas para garantizar que el cambio respalda sus objetivos y metas.
Seguimos un programa de cinco pasos para ayudar a descomponer este complejo proceso en pasos prácticos más manejables, que se muestran a continuación:
Este es el primer paso del programa, en el que se fijan los objetivos y metas que se pretende alcanzar con la empresa. Estos son los objetivos y metas que definirán el tipo de cultura que se necesita para alcanzarlos. Por ejemplo, puede decidir implantar métodos de trabajo ágiles en su organización, centrarse más en el cliente, ser más innovador, etc. Además de la organización en su conjunto, también definimos las distintas subculturas de la organización que deben evaluarse y medirse. Esto puede incluir diferentes funciones, geografías, roles, niveles de gestión, edades, etc.
Durante este paso, le ayudamos a visualizar y determinar la Cultura Óptima que necesita tener en su organización para alcanzar los objetivos fijados. Para ello, nuestros consultores organizan un taller virtual o presencial con el equipo directivo o de proyecto seleccionado. El resultado de este proceso es una puntuación óptima en cada una de las seis dimensiones del modelo MFM.
Una vez establecidos la Cultura Óptima y el objetivo, medimos la cultura real dentro de su empresa. Para ello utilizamos nuestra encuesta en línea que se envía a toda la plantilla o a un subconjunto de ella. El resultado incluye:
Esta fase se facilita mediante un taller, en el que nuestros consultores presentan las lagunas y sinergias entre las culturas Actual y Óptima. El equipo directivo analiza los resultados y prioriza las áreas de cambio en las que les gustaría centrarse. Esta priorización ayuda a definir y centrarse en el cambio que sea manejable y que tenga el mayor impacto en la cultura general. El resultado son las áreas de cambio acordadas en el modelo MFM.
Este es el último taller, en el que nuestros consultores ayudan al equipo de liderazgo y cambio a traducir las áreas de cambio en elementos procesables denominados "Palancas de Cambio". Se trata de sugerencias prácticas generadas por el modelo MFM, separadas en diferentes capas de Símbolos, Héroes, Rituales y Creencias. Aquí es también donde los Propietarios del Cambio participan y se apropian de los Proyectos de Cambio que planificarán y ejecutarán. En función de las necesidades del cliente, nuestros consultores pueden seguir trabajando con los líderes y los propietarios del cambio a lo largo del proceso de cambio como catalizadores culturales.
Una vez implantado el cambio acordado, recomendamos medir de nuevo la Cultura Actual y asegurarse de que se ha alcanzado la Cultura Óptima establecida por el equipo directivo.
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