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La semana pasada pasé tres días trabajando con 40 asociados senior y directores jurídicos de DLA Piper en Londres. Se trataba de un evento verdaderamente global, con abogados procedentes de 22 países y 28 oficinas diferentes. El programa se centró en la formación global de los abogados.
Las academias de gestión que DLA Piper organiza cuatro veces al año y en las que yo asumo el papel de facilitador principal son realmente una gran experiencia de aprendizaje para los abogados. Los abogados se encuentran generalmente en una etapa de su carrera en la que están pasando de ser los caballos de batalla absolutos de la empresa a asumir responsabilidades de liderazgo mucho más generales, y esta transición les lleva a un territorio bastante desconocido.
Mi función en estas academias es ayudar a los abogados a examinar una serie de actividades relacionadas principalmente con la BD, por lo que examinamos:
El programa de formación es estimulante y gratificante al mismo tiempo. Es estupendo sacar a los abogados de su zona de confort y verles estar a la altura de las tareas que se les plantean.
Los abogados tienen sin duda dos funciones clave: en primer lugar, deben prestar un asesoramiento jurídico y un servicio de la máxima calidad a sus clientes y, en segundo lugar, tienen que conseguir negocio para el bufete. Según mi experiencia, la mayoría de los abogados son excelentes en la primera de estas responsabilidades, pero no se sienten tan cómodos con la segunda. No es de extrañar cuando dedican el 95% de su tiempo a los asuntos de los clientes. Sin embargo, esto significa que los despachos de abogados de todo el mundo deben invertir más tiempo y recursos en ayudar a los abogados a ser grandes personas de BD, además de grandes abogados.
Si está interesado en impartir cursos de pitch global para abogados, póngase en contacto con nosotros.
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