Publicado el 12 de octubre de 2018
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Habiendo pasado los últimos veinte años impartiendo formación en sensibilización cultural a grandes empresas de todo el mundo, supongo que debería saber la respuesta a esta pregunta. Sin embargo, me parece que muchos de mis clientes están confusos a la hora de describir lo que quieren que les ofrezca un programa de formación en sensibilización cultural. Por lo tanto, he pensado que podría ser útil esbozar en qué debe centrarse, en mi opinión, la formación en sensibilización cultural:
La gente tiene que ser consciente de que está llevando su propio sesgo comercial subconsciente a cada interacción comercial transfronteriza y tiene que desarrollar la conciencia de que probablemente ellos también son parte del problema. Con demasiada frecuencia, la gente señala con el dedo a otros enfoques culturales y dice: "todo es culpa suya". Rara vez es todo culpa suya y la gente tiene que ser consciente de su propio papel en los malentendidos o los callejones sin salida comerciales.
También es esencial que la gente tome conciencia de que las diferencias culturales comerciales pueden repercutir en todos y cada uno de los aspectos de la vida empresarial. Pueden influir en las reuniones, los procesos de toma de decisiones, las actitudes ante el riesgo, las expectativas de liderazgo y un sinfín de otras áreas empresariales críticas.
Siempre que se compara el enfoque empresarial de dos culturas diferentes (y llevamos veinte años haciéndolo - véase www.worldbusinessculture.com), siempre se observa que hay cierto grado de similitud en su forma de enfocar las cosas y cierto grado de diferencia en su forma de enfocarlas. Si la gente trabaja mucho con personas de una determinada cultura empresarial, es lógico que necesite saber dónde están las similitudes y dónde las diferencias. Al fin y al cabo, las similitudes en los planteamientos serán los puntos en los que se puedan tender puentes y cimentar las relaciones, mientras que las diferencias serán los puntos problemáticos.
Si el formador en sensibilización cultural va a ser de alguna ayuda en este proceso de aplicación práctica, es lógico que tenga la experiencia comercial suficiente para formar parte de ese proceso. Si el formador no tiene la experiencia necesaria para ayudar en esta fase, todo el proceso podría resultar inútil en última instancia.
Así pues, los tres elementos clave de cualquier programa de formación en sensibilización cultural que se precie son la sensibilización, el desarrollo de conocimientos y la aplicación práctica.
Si desea hablar de sus necesidades de formación en este ámbito, póngase en contacto con nosotros.
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